Conocida popularmente como el clot (agujero), es una de las obras más curiosas del siglo XIX, realizada por Salvador Escrig Melchor. Se trata de una plaza circular, cerrada en si misma y ajena a la edificación que la rodea. Está repleta de tiendas de telas, puntillas, cerámicas y recuerdos de la ciudad. Los domingos se convierte en animado mercadillo.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
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